Bioneuroemocion®

Esencia, orígenes y actualidad

BIONEUROEMOCIÓN®

La Bioneuroemoción® es un método humanista centrado en lograr una comprensión profunda de nuestra manera de percibir el mundo con la finalidad de mejorar nuestra realidad y la de los demás. Está basada en disciplinas científicas, filosóficas y humanistas que estudian las emociones y su relación con las creencias, la percepción, el cuerpo y las relaciones interpersonales.

LOGROS

Cambio de Percepción
La idea fundamental es que el cliente tome conciencia de que no puede cambiar lo que le sucede, pero sí puede cambiar la forma de relacionarse con los hechos y de comprender la situación.
Según explica el físico Stephen Hawking, la información que las personas tienen de su mundo nunca es completa, e induce a equivocaciones, por lo que normalmente nuestras conclusiones y juicios no pueden ser tampoco correctos, ya que están basados en una información incompleta (Hawking et al., 2010).

Toma de Conciencia

El objetivo principal de la consulta es que la persona tome conciencia de que tiene una visión sesgada, fragmentada de la totalidad. Por tanto, tiene la oportunidad de recrear su percepción.
omar conciencia es asumir la responsabilidad que teníamos en la forma de percibir los hechos y dar espacio a nuevas percepciones. Este proceso implica trascender la culpabilidad al comprender que las acciones no fueron voluntarias. Es por ello que aparece el perdón de forma automática, ya que, fundamentalmente, no hay nada que perdonar.

Trascendencia

Sobrepasar, superar o ir más allá, atravesando algún tipo de límite, físico o mental.
Lograr la función trascendente de las cosas significa ir más allá de los límites creados por nuestras creencias. Esto nos permite trascender nuestra visión subjetiva para abrirnos a una percepción más amplia de nuestro mundo e información inconsciente.

Paso a la acción

Toma de conciencia y cambio, es algo que se suele dar de forma conjunta y, normalmente, una es inexorable para el cumplimiento de la otra.
Pese a esto, hay ocasiones en que, aunque podamos percibir que no se ha vivido un proceso excesivamente significativo, sí que se produce una transformación profunda en la persona. Y en el mismo sentido, puede que la persona experimente una significativa toma de conciencia, pero al retornar a su núcleo familiar o social deje atrás todo lo integrado.


SIMILITUDES Y DIFERENCIAS


Psicoanálisis

• Semejanzas:

Ambos métodos conciben la toma de conciencia como el punto central del proceso, conectan los procesos somáticos con los procesos psíquicos y reco­nocen la influencia de los unos sobre los otros. Reconocen la relación psique-cuerpo. Es desde el funcionamiento del sistema psico-neu­ro-inmuno-endocrino que conocemos la influencia de las emociones en el organismo como un factor a tener en cuenta en la somatización de los síntomas físicos. A nivel procedimental, tanto el analista como el acompañante se centran en hacer consciente aquello que permanecía inconsciente para la persona.

• Diferencias:

En relación al proceso metodológico, el acompañante en Bioneuroemoción® tiene un estilo más directivo -interrumpe, solicita descripción o corta explicaciones extensas, por ejemplo-. Es el acompañante quien infiere y explica el conflicto que ve en el consultante. Contrariamente, el analista guía al paciente de una forma más pasiva -mediante interpretaciones o asociaciones libres- para que este descubra sus propios conflictos. Así como el Psicoanálisis se centra sobre todo en buscar las causas del conflicto, la Bioneuroemoción® pone el foco en la comprensión del sentido y el significado del conflicto. Por otro lado, el Psicoanálisis establece un tratamiento que puede prolongarse durante años, mientras que la Bioneuroemoción® tiene una acción más puntual, que puede durar entre una y tres sesiones en relación al mismo motivo de consulta.

Psicología Analítica

• Semejanzas:

Ambas tienen como objetivo la in­tegración de los opuestos y, para ello, prestan especial atención al mecanismo de la proyección como herramienta de reconciliación. A su vez, se basan en las etapas del desarrollo hu­mano elaboradas por Carl Jung (1916) para explicar el proceso de expansión de la conciencia. Además, aplican el concepto de sincronicidad en su praxis, vinculándolo de forma análoga con el fenómeno del entrelazamiento cuántico.

Ambas metodologías perciben los procesos de la vida como fuentes de aprendizaje, cuestio­nando el significado de los mismos. Al tratar con la persona, tanto el psicoanalista como el acompañante se centran en renunciar a todos sus supuestos previos y se limitan a ejercer un proceso puramente dialéctico.

• Diferencias:

La Psicología Analí­tica se centra más en el proceso de individuación, mientras que la Bioneuroemoción® se centra más en el cambio de percepción. Por otro lado, la Bioneuroemoción® solamente usa la infor­mación transgeneracional una vez se ha identificado el conflicto emocional original en la vida cronológica de la persona.

A diferencia de la Bioneuroemoción®, la Psicología Analítica se basa en los sueños y en su inter­pretación como vía regia para llegar al inconsciente. En este caso, el analista también tiene una actitud mucho más pasiva en su proceder, y su tratamiento puede llegar a prolongarse años.

Terapia Cognitivo-Conductual

• Semejanzas:

Ambas metodologías comparten modelos huma­nistas y filosóficos en su fundamentación. Un ejemplo de ello es que las dos reconocen el sistema de creencias propuesto por Albert Ellis (1990) a través de la Terapia Racional Emotiva Conductual. Ambas establecen una praxis altamente directiva y activa por parte del especialista. Se intere­san por los síntomas físicos y reconocen la importancia de la influencia de los pensamientos y las creencias sobre el estado emocional de las personas.

• Diferencias:

Así como la terapia Cognitivo-Conductual tiene como objetivo hacer desaparecer el síntoma, la Bioneuroemoción® solamente utiliza el síntoma para llegar al origen del conflicto emocional. Además, el método cognitivo-conductual solamente se centra en el presente, mientras que la Bioneuroemoción® indaga en el pasado del individuo. Por otro lado, si bien la Bioneuroemoción® reconoce que el consultante debe tener una cohe­rencia entre lo que piensa, siente y hace, no se enfoca tanto en el cambio de conducta. La toma de conciencia que busca la Bioneuroemoción® puede llevar eventualmente a un cambio de con­ducta, pero no tiene por qué ser así en todos los casos.

La terapia Cognitivo-Conductual da especial importancia a la relación terapéutica, establecién­dose un seguimiento periódico para controlar la evolución de la persona; usualmente, pueden establecerse de cinco a veinte sesiones mensuales.

Terapia Gestalt

• Semejanzas:

Ambos métodos pretenden lograr un mayor autoco­nocimiento, así como un conocimiento de lo que nos rodea. Las dos tienen muy en cuenta la polaridad como principio organizador; promulgan el holismo, la «Conciencia de Unidad», y establecen una conexión entre la salud física y psíquica. Con respecto a la praxis, la Gestalt tam­bién es estrictamente descriptiva, no realiza interpretaciones. No se pregunta «por qué», sino «qué» y «cómo», tratando de lograr una homeostasis entre el individuo y su ambiente.

• Diferencias:

La Bioneuroemoción® no solamente tiene en consideración el ambiente emocional presente -tal y como sucede con la terapia Humanista-Gestalt-, sino que además tiene en cuenta las herencias emocionales del sistema familiar, relacionadas con la Epigenética Conductual. La Bio­neuroemoción® incluye el sentido biológico del síntoma. Además de la «intención positiva» en el desarrollo del conflicto presentado por el cliente, utiliza la inversión de pensamiento para tomar conciencia de la proyección.

De nuevo, el proceso terapéutico es mucho más extenso en comparación con la intervención de carácter puntual que realiza la Bioneuroemoción®.

Terapia Centrada en el Cliente

• Semejanzas:

Según el fundador de la Terapia Centrada en el Cliente, Carl Rogers (2000), la relación entre el acompañante y el cliente debe estar basada en la empatía. El objetivo del acompañamiento es que el cliente conecte consigo mismo y se desarrolle de manera auténtica y congruente.

Al igual que en la Bioneuroemoción®, para poder prestar atención a todos los aspectos de la interacción con el consultante, es imprescindible aceptar incondicionalmente a la persona. Es decir, es importante que el cliente se sienta comprendido y no se le juzgue por su historia y por las decisiones que ha tomado en su vida. Además, es importante que el acompañante sea congruente en la interacción para permitir un diálogo sincero y constructivo.

• Diferencias:

Para Carl Rogers (1980), competencias como la «empatía» y la «consideración positiva incondi­cional» son más importantes que las habilidades o técnicas de comunicación. Contrariamente, en la Bioneuroemoción® consideramos que el énfasis en la relación con el cliente puede conlle­var algunos riesgos. Por ejemplo, dejar hablar al consultante puede tener como consecuencia que el acompañante involuntariamente refuerce los mecanismos de defensa del ego, impi­diendo el contacto con el Self. Por otro lado, con una actitud excesivamente empática, el acom­pañante puede impedir que el consultante tome la responsabilidad de su propia vida saliendo de su zona de confort y siga buscando las soluciones en referentes externos.

Para contrarrestar estos efectos, la Bioneuroemoción® se caracteriza por ser una metodología más directiva que el abordaje centrado en el cliente de Rogers. Es por ello que, en diferentes ocasiones, cobra gran importancia intervenir de forma directiva y desafiar la narrativa del clien­te, ya que en muchas ocasiones propicia el cambio de percepción.

Terapia Sistémica

• Semejanzas:

Ambas aproximaciones reconocen la importancia de la rela­ción del individuo dentro de su entorno, concretamente el ambiente familiar. Están convencidas de que los aspectos del pasado afectan la vida de la persona y siguen estando presentes de alguna manera. Por este motivo, si bien entrar en ciertos detalles del pasado es necesario, es importante no perder la relación de esos eventos con el malestar actual que manifiesta la persona.

Uno de los objetivos que la Bioneuroemoción® comparte con la Terapia Sistémica es hacer com­prender a la persona de qué forma está alimentando una dinámica familiar patológica y cons­truir una forma de desactivar o dejar de alimentar dicha dinámica. Ambas aproximaciones lle­van a cabo un análisis de las relaciones familiares, tanto actuales como transgeneracionales.

• Diferencias:

Con respecto a las diferencias, la Terapia Sistémica concibe la patología o problemática como una derivación exclusiva de la interacción con el ambiente. Es decir, el problema que se presen­ta no es tanto un conflicto del propio individuo sino de la interacción que se establece. No es la persona la que está enferma, sino el sistema y el conjunto de relaciones que engloba. Por este motivo, la Terapia Sistémica se centra en cambiar las relaciones del sistema para mejorar el bienestar del individuo.

En contraposición, la Bioneuroemoción® no pretende cambiar nada del entorno, sino que en­tiende que este empuja a desarrollar lo mejor de cada uno y que tiene su razón de ser. Así, la Bioneuroemoción® enfatiza en la persona entendiendo que en todo caso es ella la que tiene que cambiar, no el sistema. Por otro lado, la Bioneuroemoción® no hace uso del genograma durante el proceso de indagación en el sistema familiar, basándose únicamente en principios como la polaridad, la proyección o las compensaciones.

Coaching

Dentro del ámbito del Coaching se establecen diversas variaciones: existe el Coaching Sisté­mico, el Coaching Ontológico, el Cognitivo, el Coercitivo y el Transformacional, entre otros. Por este motivo, simplemente estableceremos una comparación genérica sin entrar en cada uno.

• Semejanzas:

Reconocen la importancia del lenguaje, de las creencias y las percepciones, y la forma en que están implicadas en generar una realidad deter­minada para la persona. En este sentido, ambas aproximaciones reconocen que el cliente es el responsable de sus acciones.

Ambas se centran en el autoconocimiento, la ampliación de conciencia y buscar un cambio en el funcionamiento de la persona para cambiar la experiencia que tiene de su entorno. Las dos están influenciadas por el estudio de la lingüística y la PNL -Programación Neurolingüística-, así como por el principio del efecto observador derivado de la física moderna.

• Diferencias:

Con respecto a las diferencias, el Coaching no realiza ningún tipo de aproximación en el ámbito de los síntomas físicos. Su forma de proceder en una sesión es mediante el diálogo entre el coach y el coachee, y podemos destacar entre sus pilares la concreción de metas y un plan de acción para conseguirlas, además de un análisis reflexivo (Loredo, et al., 2019). La Bioneuroemoción® no establece metas ni plan de acción, profundiza en las situaciones actuales para comprenderlas desde una mirada sistémica en la que incluye la historia familiar, no busca conseguir logros sino hacer consciente lo inconsciente. En general, la metodología del Coaching está orientada hacia conseguir ciertos resultados, más que hacia la resolución de problemas.