Coaching
Esencia, orígenes y actualidad
- Una definición -
La defino como una disciplina humanista y arte de acompañamiento, que orienta, potencia y encausa las habilidades de personas hacia el logro de sus metas y objetivos, en armonía con sus entornos.
Facilitando la ampliación de su conciencia de si y sus situaciones, el desarrollo de aprendizajes a través de la acción y la asunción de su responsabilidad.
En otras palabras ayuda a personas la encausar su evolución natural.
Esencia
En su esencia el Coaching es un medio que ha acompañado la evolución de las personas y su entorno. Puede decirse que su composición se ha nutrido a lo largo del tiempo de diversas corrientes, filosofías, ciencias y experiencias de personas como Sócrates, Platón, Buda, Lao Tsé, Aristóteles, Pitágoras. Carl Rogers, Maslow, Perls, Heidegger, Einstein, Fromm, Whitmore, Gallwey, Thomas Leonard, Maturana, Flores, Echeverría y Olalla. Y de profesionales de la disciplina y personas que con su experiencia e investigación han aportado y aportan nuevos descubrimientos a la disciplina. La difusión del coaching, como disciplina, se expande de formas diferentes según los diferentes contextos culturales, produciendo un desarrollo exponencial que ha hecho que el coaching se haya transformado, en muy poco tiempo, en una de las profesiones más desarrolladas del siglo XXI.
Origen del término Coach
La historia apunta hacia los siglos XV y XVI, cuando empezó a hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 kilómetros de Budapest (entre Viena y Pest) y convertida en parada obligada para todos los viajes entre las dos capitales. En esta ciudad de Kocs empezó a hacerse muy común el uso de un carruaje caracterizado por ser el único provisto de un sistema de suspensión. Además, destacaba por su comodidad frente a los carruajes tradicionales. En este punto empezó a hablarse del kocsi szekér, o sea el carruaje de Kocs, símbolo de la excelencia. De esta forma, el término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y al español como coche. Por tanto la palabra Coach (coche) es de origen húngaro.Coach, entonces, viene de Coche, o sea un vehículo que puede transportar a una persona de un lugar a otro.Una breve reseña de la evolución del Coaching como disciplina está dada por Perry Zeus en su libro "Coaching Práctico en el trabajo".Coach se acuña en 1500 en Inglaterra como carruaje que transporta gente de un lugar a otro.En 1850 se emplea en universidades inglesas para designar a un tutor o a una persona que ayudaba a los estudiantes a preparar exámenes.Entre 1930 y 1940 se utiliza para individuos que son asistidos por un mentor para prepararse para ser mentores.En 1960 en Nueva York el Coaching personal comenzó siendo un programa educativo para individuos desaventajados.En 1960 y 1980 se fusiona el Coaching Personal y el Coaching Empresarial, considerándose por primera vez como una profesión con formación y credenciales.En 1980 surge el concepto de Coaching Ejecutivo como una nueva y poderosa disciplina.
Hoy en día esta disciplina es aceptada por las mayores universidades e instituciones educativas del mundo, siendo reconocida por Harvard School of Business en 2004.
Influencia de Sócrates
La figura de Sócrates es la más referenciada cuando hablamos del origen del coaching. Lo cierto es que así como él, los coaches "ayudamos a que nuestros clientes examinen sus vidas para que merezcan ser vividas". Para conseguirlo, nuestra metodología se basa en el Arte de la Mayéutica, a través del cual nuestro cliente encuentra su verdad o la verdad (dependiendo de la visión de mundo propia del cliente), con una función práctica para su vida. Consideramos, así como Sócrates, que no existe el enseñar sino sólo el aprender, y éste surge sólo reconociendo que el conocimiento no está en el coach sino en los propios coachees (clientes). En este sentido, el coaching, es un recipiente vacío donde mientras más "abierto" sea el coaching, mayor lugar daremos al trabajo con el conocimiento propio del cliente. En caso contrario, el coaching será limitado y deficiente. Otra influencia propia de la filosofía Socrática, es que ayudamos a que nuestros clientes en ciertos momentos sean conscientes de sus incompetencias, para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. Saber que no sabemos nada, es siempre un punto de partida imprescindible de la buena práctica del coaching. También, reconocemos la importancia de no confundirnos con los "coaches sofistas" de nuestro tiempo (que utilizan la persuasión por la persuasión y venden éxito y fama incondicionalmente).
Influencia de Platón
En el pensamiento de Platón, reconocemos la estructura de sus diálogos, como sesiones de coaching primitivas. Una de las conclusiones más evidentes, del análisis de sus diálogos, es la importancia de las preguntas como herramienta de trabajo que potencia las conversaciones (diálogos), y que sirven de método para la adquisición del conocimiento en nuestros clientes. Las preguntas poderosas y la escucha activa, son las dos herramientas o habilidades más importantes que un coach debe aprender para transformarse en un verdadero catalizador del otro. De hecho, gran parte de la formación en coaching consiste en el desarrollo y fortalecimiento de éstas habilidades profesionales.
También, al igual que Platón, entendemos a la educación como formadora del carácter. Nuestro trabajo consiste en ser catalizadores del autoconocimiento, tanto del espíritu, como del cuerpo, la mente, el corazón y las relaciones sociales de nuestros clientes. El conocimiento de uno mismo es el marco a través del cual nuestros clientes pueden acceder a un desempeño extraordinario, producto de un proceso de aprendizaje fuera del alcance técnico y formal. El autoconocimiento se transforma, de esta manera, en la fuente real de todo proceso de coaching.
Platón disentía en algunos aspectos ideológicos con su maestro Sócrates y sin embargo entendía el valor de las conversaciones tal como le enseñó su maestro. Nosotros, los coaches, entendemos que el coaching no es una ideología, sino más bien un método basado en procesos de relaciones humanas que puede trabajar con las personas independientemente de sus credos, religiones y filosofías personales.
Influencia de Aristóteles
Es sabido que Aristóteles, como realista, se contrapone diametralmente a la filosofía idealista de Platón. Sin embargo, el coaching consigue integrar las ideas que de ambos se desprenden. Por ejemplo, Aristóteles nos ha enseñado a trabajar principalmente en el nivel "apetitivo intelectivo" (honores, reconocimientos y autorrealización) del hombre. Nos dice básicamente que el hombre puede llegar a ser lo que desee, dependiendo de las cosas que grabe en ella. Podemos pasar del ser, entendiéndolo como "lo que nos viene dado" o primera naturaleza, al deber ser, nuestra segunda naturaleza. Del ser (donde estoy), al deber ser (donde quiero llegar) hay un camino que recorrer, posible y con un fin en sí mismo. Siguiendo en la misma línea, Aristóteles nos ha mostrado que la búsqueda de la felicidad (argumento teleológico) es uno de los motivadores más importantes en el hombre, incluso en el siglo XXI.
Finalmente, Aristóteles, nos explicó que la metodología básica para llegar a ser lo que debes ser, es la acción (hábito).[4] La acción, como veremos a continuación, es una de las dos caras de nuestra moneda como profesión. Sin ella, las sesiones de coaching no tendrían sentido alguno.
Influencia de la Filosofía Existencialista
La filosofía existencialista y la fenomenología han sido las dos fuentes de influencia que consolidaron la Psicología Humanista, y ésta última ha influenciado en gran medida a la propia metodología del coaching. A pesar de esta declaración, el coaching, se ha consolidado como una metodología con identidad propia dado que ha conseguido integrar todas las influencias que hasta aquí he mencionado en un todo armónico y metodológico.
El eje central del central del coaching es, así como determinó la filosofía existencialista, la existencia individual. Es así como los seres humanos tenemos la capacidad de darnos cuenta o tomar conciencia de nosotros mismos para re-plantearnos nuestro propio proyecto de vida. Por ello en el coaching es fundamental esta reflexión interna, y la toma de conciencia tanto interna como del entorno que nos rodea. Si Aristóteles nos enseñó que la acción hace a la construcción de nuestro propio ser (a través del hábito), la filosofía existencialista nos presenta la otra cara de la moneda: la reflexión. Otra influencia propia de la filosofía existencialista, es que en nuestro trabajo nos orientamos al qué y al cómo, y no tanto al porqué de las cosas y las conductas. Este principio es un axioma fundamental de la metodología del coaching.
Influencia del Método Fenomenológico
La fenomenología, desconocida por muchos, nos ha enseñado (incluso mucho antes que el desarrollo de la Programación Neurolingüística), que es imprescindible abstenernos de todo prejuicio para con nuestros clientes, de manera que permitamos que ellos mismos encuentren sus conciencias más puras. De la misma manera, el coaching se aleja de los conocimientos técnicos o preconocimientos, para conseguir que la intuición se manifieste, y así poder percibir a la persona como un todo (visión global). Nuestra visión global permite, a su vez, que el otro (nuestro cliente) se perciba a sí mismo tal como es, encontrándose consigo mismo.
Influencias de la Psicología Humanista
A mediados de los años ochenta, comienza a gestarse el coaching tal como lo conocemos hoy día. El coaching habla el mismo lenguaje de la Psicología Humanista con conceptos como: conciencia, libertad, voluntad, autorrealización, y liberación del potencial.Dada la cantidad de valor añadido que, por parte de la Psicología Humanista, hemos recibido, mencionaré esquemáticamente su influencia y enseñanzas prácticas al mundo del coaching.
- Valoramos la peculiaridad de las personas reconociendo que cada ser humano es diferente.- "Trabajamos" con la conciencia, dejando de lado todo aspecto del inconsciente. La conciencia es la que otorga libertad y capacidad de elección al hombre.- Buscamos significados no explicaciones.- Las sesiones de coaching son no-directivas (Enfoque centrado en la Persona, Carl Rogers)- El coaching se centra en el cliente, no en los objetivos. En otras palabras, es a través del cliente como trabajamos los objetivos. Nunca un objetivo estará por encima de la persona.- El Rapport es fundamental en la relación humana entre el coach y el cliente.- Nuestros clientes son responsables de la dirección y del plan de acción que se establece en cada sesión.- Las principales herramientas de un coach son sus cualidades.- El coaching no enseña, el cliente aprende.- El coaching se enmarca, normalmente, dentro de los factores motivadores del ser humano: la autosuperación o autorrealización.- Nos orientamos al comportamiento (hacer, vivir y sentir).- Hacemos que nuestros clientes se planteen qué quieren llegar a ser, desde el presente hacia el futuro, construyendo su realidad.- La relación coach - coachee se establece en un marco íntegro de confianza en el otro. La aceptación y la comprensión de la persona dentro del marco de la confianza, es un axioma fundamental del coaching.- El coaching trabaja con la pulsión del síndrome de crecimiento de las personas. También reconocemos el síndrome de la decadencia y el juego que entre ambas se advierte en el ser humano.
Influencias del Construccionismo
El construccionismo nos ha enseñado a facilitar, en nuestros clientes, la construcción del conocimiento (del mundo interior y exterior). Reconocemos, gracias a esta influencia, que el pensamiento, el lenguaje y la acción son fundamentales en los procesos de coaching y que determinan nuestro ser y hacer.
Influencias del Entrenamiento Deportivo
Existe una idea generalizada y difundida de que el deporte ha tenido una influencia directa en el coaching. Si estudiamos detenidamente la influencia que desde el deporte nos ha llegado, veremos que la verdadera influencia es la que hemos mencionado anteriormente, y que poco o nada hemos recibido de las técnicas propiamente deportivas tradicionales.
Lo cierto es que la referencia más cercana de las influencias del deporte en el coaching la encontramos en Timothy Gallwey, quien desarrolló una metodología de entrenamiento denominada The Inner Game (El Juego Interior). John Whitmore, reconocido como uno de los coaches más importantes de Europa, recibió una influencia directa de Timothy Gallwey al asociarse junto a él, y difundir The Inner Game en Inglaterra. A pesar de ello, es importante reconocer, que la metodología de The Inner Game es diametralmente opuesta a las técnicas tradicionales de entrenamiento. Las propias palabras de Timothy Gallwey respecto de su metodología son: "Siempre hay un juego interior en tu mente, no importa qué este sucediendo en el juego exterior. Cuán consciente seas de este juego podrá marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el juego exterior" . Los mismos entrenadores de su época se vieron amenazados por sus prácticas, dado que Timothy se transformó en entrenador de la mente y sus técnicas eran diametralmente opuestas al entrenamiento del cuerpo. Si estudiamos más a fondo su metodología, veremos la influencia directa de la Psicología Humanista en sus postulados y prácticas. Por esta razón, el propio Timothy Gallwey no se reconoce fundador, ni padre del coaching. Tal como comenta, según sus propias palabras, The Inner Game "va de la mano junto al coaching". Así, reconoce su acercamiento, pero también su independencia.
En el coaching reconocemos que hay un juego interior (Inner Game), que se juega en nuestra mente y en la mente de nuestros clientes. Este "juego" es tan importante como el exterior, aún en el trabajo. También entendemos, tal como lo hace Timothy, que el enemigo, en muchos sentidos, somos nosotros mismos.
Algunos fragmentos fueron obtenidos del artículo "Breve historia del Coaching" leoravier.com